La organización mundial de la salud (OMS) señala “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedad”.

Una vida sana se construye con las distintas decisiones que se toman día a día, lo que se consume es fundamental para poder obtener y preservar una buena salud.

Cada quien tiene la libertad de elegir lo que desea consumir.

Así lo señala un artículo que presenta la revista del consumidor en su edición del mes de octubre 2021.

Señala que la alimentación tiene consecuencias tangibles a corto, mediano y largo plazo, porque los hábitos alimenticios de cada persona influyen de manera directa en su salud.

Pero sobre todo en la calidad de vida que tendrá en el futuro.

Aunque también una mala alimentación provoca problemas de salud como lo es la obesidad.

De acuerdo a la Organización de las naciones unidas para la agricultura y la alimentación (FAO), en este año 2021.

Primer lugar en obesidad, México

México se sitúa como el país con mayor número de personas con obesidad en el mundo, desbancando a Estados Unidos.

El 12 de noviembre la FAO emitió un comunicado de su Oficina Regional para América Latina y el Caribe.

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Se menciona de la prevalencia de la obesidad en adultos en América Latina y el Caribe, se ha triplicado de los niveles que había en 1975 al punto que uno de cada cuatro adultos vive en obesidad.

Se solicitó realizar acciones urgentes a los países para enfrentar el aumento de la mala nutrición de la población de esas regiones.

Dentro de los señalamientos destaca la necesidad de promover entornos alimentarios más saludables.

La manera de lograrlo es a través de impuestos e incentivos fiscales que sean favorables para una adecuada alimentación.

La generación de programas de alimentación escolar, sistemas de protección social, así como la regulación de la publicidad y la manera de comercializar los alimentos.

Se señaló la importancia del etiquetado de los alimentos con la advertencia nutricional, también la regulación de los alimentos que se comercializan en la calle, igualmente de productos que garanticen su aporte nutricional.

De acuerdo al documento se señaló que la obesidad en el Caribe se cuadruplicó ya que en 1975 solamente había 760 mil personas obesas y en esas fechas llegó el estimado en 6.6 millones de personas.

600 mil personas mueren por mala alimentación

Cada año 600 mil personas mueren en América Latina y el Caribe por enfermedades relacionadas por la mala alimentación.

Muertes por diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

Pero también hay que tomar en cuenta que la obesidad afecta a la niñez que se ha triplicado desde 1990 a 2016.

Los productos ultra procesados crecen desmedidamente en América Latina y el Caribe, exponiendo a la población a cantidades excesivas de azúcares, sodio y grasas.

Los niños comen poca comida saludable y mucha comida procesada, uno de cada cinco niños menores de 5 años está desnutridos o tienen sobrepeso, afectando su crecimiento, señaló Bernt Aasen, director regional de la UNICEF para América Latina y el Caribe.

Debemos estar conscientes que comer mal sale más barato que comer bien y saludable.

La economía de las familias regularmente es precaria a la falta de ingresos porque no existen los medios apropiados para generar empleos mejor remunerados.

Países como Chile, Ecuador, Perú y Uruguay han implementado el etiquetado de alimentos, informando a los consumidores y que ellos tomen mejores decisiones de compra.

Por su parte Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, México, Perú, Panamá y Uruguay han mejorado la publicidad de alimentos y otros países han adoptado medidas fiscales y de carácter social para favorecer una alimentación balanceada.

Pero seamos honestos, en México el etiquetado de productos ha estado por normatividad implementándose, han retirado la publicidad que incentivaba al consumo.

Tal es así que muchos productos como los cereales, se quedaron sin sus respectivos representantes como tigres o elefantes.

Pero quién realmente hace caso del etiquetado, quien se pone a revisar si es alto en sodio, en azúcar, edulcorantes, etc.

Nadie se toma en cuenta el etiquetado.

Ahora bien si hablamos de las pastas como lo señala el artículo de la Revista del Consumidor, retomando el tema, ¿Cuál es tu sopa favorita? ¿Sabes qué contiene? ¿Cómo daña al medio ambiente? ¿Cómo te daña a ti por consumirla?

Hablemos de las sopas instantáneas

Las famosas sopas instantáneas que regularmente consumimos, por varias cuestiones, como por la rapidez de su preparación, por su costo, quizá por el gusto, etc.

Están elaboradas regularmente por harinas, adicionadas con potenciadores de sabor, acietes vegetales o grasa animal, derivados de soya, extracto de levadura, azúcares, sal, antioxidantes sintéticos, conservadores y colorantes, entre otros.

Estas sopas instantáneas son difíciles de digerir sobre todo los fideos tipo ramen debido a su procesamiento de la harina y sobre todo su contenido.

El sodio que contienen las sopas instantáneas es en altas cantidades, además de contener otros ingredientes como el glutamato, inosinato y gualinato de sodio que son potenciadores de sabor.

Su función principal es lograr que nuestra lengua sea más receptiva con los sabores salados y fuertes.

Consumirlas en exceso puede derivar la enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión y obesidad.

La noticia es que México es uno de los países de mayor consumo de las sopas instantáneas, ocupando el segundo lugar.

¿Qué contienen las sopas instantáneas?

Harina de trigo, sazonadores, salsas, verduras, extractos cárnicos, queso, tomate, así mismo contiene potenciadores de sabor como señalamos en la parte superior.

De los azúcares contiene sacarosa, glucosa, fructuosa y lactosa; aceites vegetales, productos con grasa de leche, quesos y grasa de pollo.

Una vez elaboradas aportan agua, carbohidratos, proteína, grasas y sodio, pero en demasiado exceso.

Les recomendamos leer el artículo completo en el siguiente enlace Revista del Consumidor Octubre 2021